Un tierno cuento sobre Benny el Oso y Pip el Gorrión que siguen el sonido de la lluvia hasta un jardín secreto de arcoíris.
Benny el Oso se despertó con el repiqueteo de la lluvia en su ventana. Se asomó y vio a Pip el Gorrión sacudiéndose las gotas de las alas. «¡Buenos días, Benny!» gorjeó Pip, «¡La lluvia suena a música!» Benny sonrió, agarrando su impermeable amarillo. Juntos, chapotearon en los charcos del bosque, riéndose mientras las frescas gotas les hacían cosquillas en la nariz. El aire olía fresco y las flores parecían más brillantes que nunca. De repente, Benny se detuvo. «¡Escucha, Pip! ¿Oyes ese tintineo junto al viejo sauce?» Pip aleteó emocionado. «¡Vamos a ver!» Debajo del sauce, encontraron un pequeño arroyo que brillaba bajo la lluvia, llevándolos a un jardín secreto de arcoíris. Mariposas bailaban sobre pétalos de colores, y la lluvia brillaba sobre todo. Benny y Pip jugaron al escondite entre las flores, sus risas resonando por el mágico jardín. Cuando el sol se asomó, un hermoso arcoíris se extendió por el cielo. Benny abrazó a Pip. «¡Los días de lluvia pueden estar llenos de color y sorpresas!» Desde ese día, esperaron con ansias cada lluvia, sabiendo que la aventura siempre estaba a una gota de distancia.