Un relato apasionante de operaciones encubiertas en los brumosos canales de Ámsterdam, donde una joven espía debe burlar a misteriosos enemigos para salvar la ciudad.
En una noche mojada por la lluvia en Ámsterdam, los canales de la ciudad brillaban con la luz anaranjada de las linternas. Escondida entre bicicletas y barcos que se mecían, una figura con un abrigo largo se movía rápidamente entre la niebla. Su nombre era Elise van Rijn — nombre clave Garza Nocturna — una espía de confianza encargada de las misiones más secretas de la ciudad. Su tarea: recuperar un libro de códigos antes de que cayera en manos enemigas. Se deslizó en un café en Prinsengracht, el timbre sonando suavemente. En una mesa, un hombre con un sombrero gris dobló su periódico de cierta manera — una señal. Elise le deslizó una postal de tulipanes, ocultando un microfilm dentro. A cambio, él susurró: «Cuidado con el tulipán negro.» Afuera, una figura sombría la seguía. Elise pedaleó su bicicleta por callejones sinuosos, sobre puentes, pasando por las casas inclinadas. Llegó a una casa flotante en el Amstel, con el corazón latiendo. Dentro, cajas de arenques escondían una escotilla secreta. Descendió a túneles iluminados por velas de la antigua Resistencia holandesa. Allí, encontró el libro de códigos — justo cuando figuras enmascaradas se acercaban. Pensando rápido, Elise lanzó una bomba de humo, desapareció en el laberinto y escapó por un canal lateral. Con el libro de códigos a salvo, hizo una señal a la sede con un paraguas rojo dejado cerca del Rijksmuseum. Ámsterdam despertó a la mañana siguiente, ajena al drama bajo su fachada adormecida. Pero en las sombras de la ciudad, las leyendas de la Garza Nocturna crecieron — guardiana de los canales, cuyo coraje mantenía el peligro a raya.